La tasa de mortalidad infantil mide el riesgo de morir durante el primer año de vida -el más crítico en la supervivencia de un ser humano-, es expresión de la calidad con que un país atiende y protege a la madre y al niño, su salud, su seguridad material, su educación y socialización. Es por ello un indicador demográfico internacional que muestra de forma sintética esos avances.
Según datos preliminares ofrecidos por la Dirección de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública, en el 2011 se produjeron 133 063 nacimientos, que representan 5 317 más que los ocurridos en el 2010.
Siete provincias logran tasas por debajo de 4,9. Son ellas, Las Tunas (3,5), Artemisa (3,9), Pinar del Río (4,0), Holguín (4,0), La Habana (4,3), Ciego de Ávila (4,4) y Granma (4,4). De los 168 municipios del país, 17 tienen cero mortalidad infantil.
Para que el indicador de mortalidad infantil, expresión del índice de desarrollo humano, pueda seguir decreciendo se requiere de los esfuerzos de nuestro sistema sanitario y, también, de un mayor compromiso individual y social en la adopción de medidas que conduzcan a embarazos responsables.Mas información.