Son 39.138 los jubilados y pensionistas que ganan menos de $7.251 y son mayores de 74 años, los que tienen plazo hasta el 30 de julio para ir al prestador de salud que elijan y afiliarse. Esas personas aportarán entre $163 y $326 en forma mensual para acceder a la cobertura en una mutualista, en un seguro privado integral o en ASSE. El aporte es del 3% si ganan hasta $6.043 y de 4,5% si perciben entre $6.044 y $7.251.

El ministro de Salud Pública, Jorge Venegas, el subsecretario de Trabajo y Seguridad Social, Nelson Loustaunau; el integrante de la Asesoría Macroeconómica y Financiera Macroeconomía, Martín Vallcorba, en representación del Ministerio de Economía y Finanzas; y el presidente  del Banco de Previsión Social (BPS), Ernesto Murro, evaluaron en Torre Ejecutiva el ingreso de 190.000 jubilados y pensionistas al Fondo Nacional de Salud (FONASA).

Acercar la calidad a la atención

El ingreso de 190.000 jubilados y pensionistas al SNIS fue calificado por el ministro de Salud Pública, Jorge Venegas como un logro de trabajo y de confluencia institucional. 

El jerarca precisó que -si bien falta mucho- en Uruguay se trabaja para que en 2015 prácticamente el 90% de la población se ubique dentro de un seguro de salud. “El desafío es construir un sistema desde un punto de vista numérico y acercar la calidad en la atención, junto a mejoras estructurales”, precisó.

A los 40 días de realizar el lanzamiento de que ingresarían 190.000 jubilados y pensionistas al SNIS y luego de la evaluación de la primera etapa que culminó el sábado 30 de julio, el presidente del BPS, Ernesto Murro explicó que el ingreso se realiza sin restricciones por enfermedad o discapacidad.

Hasta el 30 de julio

“Entre 1997 y 2012 ingresaron 150.000 jubilados al seguro de salud, ahora esa cantidad ingresará en un mes”, aseguró. Para lograr un ingreso masivo al SNIS, el BPS avisó a 200.000 personas a través de sus recibos de haberes. También se atendieron a través del 08002016, unas 34.343 llamadas que el jerarca discriminó de la siguiente forma: el 37% de los usuarios preguntó por los descuentos que se efectúan; el 20% consultó por los beneficios; el 9% por los requisitos, el 20% sobre la posibilidad de renuncia; el 7% por los plazos de ingresos; y el 4% por los convenios existentes.

Al 30 de junio los datos indican que son 160.000 las personas que tenían cobertura de salud y que podían optar entre ingresar al SNIS o renunciar al mismo. Además 39.138 personas que no tenían ningún tipo de cobertura privada, son mayores de 74 años y perciben menos de $ 7.251 tienen derecho a afiliarse hasta el 30 de julio de este año. 

Escalones trascendentes

El representante del Ministerio de Economía y Finanzas, Martín Vallcorba dijo que la puesta en funcionamiento del SNIS a través del FONASA es un proceso que se transita desde 2008 e implicó la construcción de un sistema más universal y solidario, en el que se incorporaron 1.300.000 beneficiarios. 

Precisó que la situación significó un aumento significativo del gasto público en salud, que se realiza tras la contribución a la seguridad social y a través de los aportes de Rentas Generales, con reducción del gasto de dinero de cada persona en forma individual, instancia que calificó como mejora cualitativa.

Específicamente con respecto al ingreso de jubilados y pensionistas hasta 2016 al SNIS, dijo que se incorporaran más de 200.000 nuevos beneficiarios que se agregarán a los 190.000 de este período. La nueva situación requerirá un aporte de la sociedad de 250 millones de dólares. También resta la incorporación al sistema de cónyuges y concubinos, con un costo 135 millones de dólares.

El 80% del colectivo que tenía la posibilidad de ingresar lo hizo, destacó Vallcorba en referencia a jubilados y pensionistas. 

Salto cualitativo en derechos

El subsecretario de Trabajo y Seguridad Social, Nelson Loustaunau, indicó en referencia a datos brindados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que solamente el 20% de la población mundial tiene cobertura absoluta en materia de salud y el 50% de la población mundial no tiene ninguna clase de cobertura. "Para un país pequeño como Uruguay desarrollar un sistema de salud inclusivo que responde al principio de universalidad tiene relación con el desarrollo y la promoción de derechos humanos básicos", aseguró.

Loustaunau agregó que Uruguay tiene una sociedad que está creciendo en calidad de derechos, sobre todo para los adultos mayores. La nueva situación supone un cambio cualitativo en la gestión de los derechos y constituye un compromiso social de invertir adecuadamente los dineros, señalo. La Reforma de la Salud va en el mejor sentido para nuestra sociedad, dijo al finalizar la conferencia de prensa.