Se llevó a cabo el IV Encuentro de la Iniciativa sobre Salud y Derechos del Niño, en la ciudad de Villa de Leyva, Colombia que durante tres días reunió a integrantes de equipos de Salud y de agencias y organizaciones de Colombia, Paraguay, Argentina, Uruguay, Chile y Estados Unidos en torno a la necesidad  de prestar especial atención a la niñez partiendo de sus derechos. 

 La Dra María Lucía Mesa, de la Sociedad Colombiana de Pediatría, inauguró el IV Encuentro de la Iniciativa sobre Salud y Derechos del Niño, en el que se compartieron experiencias exitosas de cada uno de los países en la tarea de fomentar, como parte integral de la salud, una buena comunicación y entendimiento con el niño y con su familia, además de promover, de manera decisiva, la participación de la niñez. Abordar la salud desde el enfoque de derechos implica centrar la atención de los niños, escucharlos, explicarles, hacerlos partícipes de las decisiones sobre salud y considerar su derecho a la información y a la confidencialidad, el que es todavía un reto que los servicios de salud deben asumir en los países de América Latina. 

“La peor de las epidemias de hoy es la exclusión social que afecta a gran parte de la niñez; es peor que cualquier enfermedad y afecta su salud, su calidad de vida, su acceso a la educación y con ello toda su vida”, declaró el argentino Raúl Mercer, pediatra y epidemiólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), y uno de los creadores de esta iniciativa.

Según Mercer, las tres principales violaciones a la niñez latinoamericana en este contexto podrían resumirse así: el derecho a la vida, vulnerado a los cientos de niños y niñas que fallecen porque no tienen sus necesidades básicas cubiertas: una  familia que los contenga, alimentación adecuada y condiciones de vida que permitan la supervivencia; la desigualdad de las condiciones en que viven, las cuales impiden el desarrollo pleno de todos los que nacen; la inequidad que no les permite ejercer su ciudadanía de igual manera, empezando desde la misma preconcepción.

Ernesto Durán, del Observatorio de Infancia de la Universidad Nacional de Colombia, expuso la necesidad de tener planes más eficaces para la atención de la niñez. “Los proyectos por la infancia tienen mucho corazón, pero eso no es suficiente”, dijo. “Tenemos que tener programas eficientes, eficaces, de calidad, de impacto, de amplia cobertura y que sean sostenibles en el tiempo”.

Si bien, desde hace 22 años existe la Convención sobre los Derechos del Niño, su aplicación y cumplimiento en la garantía, protección y restablecimiento de los derechos de la niñez aún no arroja los resultados que se esperarían de los compromisos asumidos con la firma del tratado internacional más suscrito en la historia de la humanidad, al contar con 191 estados.

Gary Robinson, director asociado la CRED-PRO, de Estados Unidos, financiadora de procesos educativos en derechos del niño, insistió en la importancia de fortalecer a los profesionales en el conocimiento de los mismos. 

“En 2005 evaluamos la situación de la niñez y nos dimos cuenta de que no mostraba mejoras significativas”, dijo Robinson. “Pensamos entonces, que la formación de profesionales de diversas ramas en derechos humanos y niñez podría ser un camino para permear de manera rápida y efectiva a la sociedad y por lo tanto trabajamos fortaleciendo a los profesionales de la salud, pero también a los periodistas, porque su papel es fundamental en la sociedad”.

Mercer, por su parte, insistió en que la responsabilidad por los niños y las niñas involucra a la  familia, la comunidad y el Estado, razón por la cual el sector salud también debe asumir su compromiso.

“Cuando un niño llega desnutrido al hospital, es un indicio de que alguien faltó a esta responsabilidad”, afirmó Mercer. “Tenemos una responsabilidad en la reparación de los daños instalados pero también en la promoción y en la prevención para que la población no se enferme. Debemos  trabajar de manera asociada con otros sectores y de abogar por los derechos de la niñez en los demás ambientes: políticos, familiares y comunitarios”.

Los expertos reunidos en el Encuentro hicieron un llamado especial a los pediatras para que observen y atiendan a la niñez con una mirada integral que comprenda al niño como sujeto de derechos, denunciando y alertando a las autoridades competentes cuando adviertan que el niño ha sido maltratado, víctima de un delito sexual, de un accidente por trabajo en condiciones ilegales o de negligencia.

El ginecobstetra Rolando Figueroa, asesor de salud familiar y comunitaria de la Organización Panamericana de la Salud, otro de los participantes en el Encuentro, insistió en la necesidad de mirar los derechos del niño y de la niña en estrecha relación con la garantía de los derechos de la mujer, particularmente de la mujer gestante.

La iniciativa Salud y Derechos del Niño trabaja desde el año 2005 con el respaldo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), en Argentina, CRED PRO, la Universidad de Victoria, en Canadá, y la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE), entre otras entidades. La misión de lograr que en los servicios de salud los niños y las niñas sean considerados como sujetos con derechos prevalentes no ha sido fácil. Algunos de los participantes en el encuentro de Villa de Leyva compartieron las experiencias de sus países.

 

Fuente: Adaptado de la Red Pandi