Jim Yong Kim MD a, Paul Farmer MD b, Michael E Porter PhD c el Grupo del Banco Mundial, Washington, DC, EE.UU. /b Universidad de Harvard, Escuela de Medicina de Harvard, el Hospital Brigham y de Mujeres, Partners in Health, Boston, MA, EE.UU. / c Harvard Business School, Universidad de Harvard, Boston, MA, EE.UU. 

The Lancet, 20 de mayo 2013 doi: 10.1016/S0140-6736 (13) 61047-8 

Sitio web: http://bit.ly/12BsWhj

"...... Las iniciativas para hacer frente a las necesidades no satisfechas de los condenados a la pobreza y la enfermedad grave se han expandido significativamente durante la última década. Sin embargo, muchos de ellos están diseñados de una manera ad-hoc para tratar un problema de salud entre muchos, son demasiado rara vez son evaluados, las mejores prácticas se extienden lentamente. Cuando las evaluaciones de la entrega ocurren, suelen ser estudios estrechas de la relación coste-eficacia de una intervención única en lugar de un complejo conjunto de ellos obligado a entregar valor a los pacientes y sus familias. Se propone un marco para la ejecución y evaluación de salud mundial, considerando los esfuerzos para introducir la atención del VIH / SIDA a los entornos de escasos recursos. 
 

El marco introduce el concepto de cuidado de las cadenas de valor de distribución que aplican un análisis a nivel de sistemas para los procesos complejos y las intervenciones que deben ocurrir, a través de un sistema de salud y con el tiempo, a prestar servicios de alto valor para los pacientes con VIH / SIDA y condiciones cooccurring, de tuberculosis a la desnutrición. 
Para ofrecer un valor, proyectos verticales o independientes deben integrarse en la infraestructura de entrega compartida para que el personal y las instalaciones se utilizan con prudencia y economías de escala cosechados. 

 

Otros dos procesos de integración son necesarios para suministrar y evaluar el valor de la salud mundial: una es la alineación de la entrega con el contexto local mediante la incorporación de los conocimientos de ambas barreras de buenos resultados (de la mala nutrición a la falta de agua y saneamiento) y el más amplio social y económico determinantes de la salud y el bienestar (empleo, vivienda, infraestructura física). 
El segundo es el uso de las inversiones efectivas en la prestación de servicios para promover el desarrollo económico equitativo, especialmente para aquellos que luchan contra la pobreza y la alta carga de la enfermedad. Cerramos por informar nuestra experiencia compartida de tratar de avanzar hacia una ciencia de la entrega por el aprovechamiento de la investigación y la capacitación para entender y mejorar la prestación de servicios ..... "