Al margen de las definiciones oficiales de crisis económica, desde la perspectiva de la salud puede considerarse un fenómeno difuso que se resiste a cronologías precisas. Conceptualmente, ya al inicio de la crisis propusimos los mecanismos y procesos por los que puede acabar afectando a la salud, directa e indirectamente, a corto y a largo plazo. Cuantificar cada uno de ellos requiere métodos rigurosos, indicadores adecuados y tiempo (es decir, distancia temporal suficiente para que los efectos a largo plazo se puedan apreciar). Porque las consecuencias de la crisis económica sobre la salud tardan más en empezar a percibirse que las que tienen lugar sobre la renta y el bienestar económico de las familias y que los efectos sobre la sanidad. Comparando los cuatro años de crisis (2008-2011) con los previos, los indicadores de mortalidad prematura no muestran empeoramiento y tampoco la salud percibida ni la incidencia de HIV/SIDA…

Carmen Delia Dávila-Quintana y Beatriz G. Lopez-Valcarcel
Rev. Esp. Salud Publica vol.88 no.2 Madrid mar.-abr. 2014 (editorial)
Editorial disponible en: http://www.scielosp.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-57272014000200002&lang=pt